Autor: P. Antonio Rivero LC | Fuente: Espiritualidad Renovada Son aquellas sobre las cuales gira toda la vida moral del hombre. | |||
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jueves, 29 de agosto de 2013
Las virtudes morales o cardinales
jueves, 27 de noviembre de 2008
Fiestas Litúrgicas
Desde el 30 de Noviembre hasta el 24 de Diciembre
El tiempo de Adviento
Comienzo: El Adviento es el comienzo del Año Litúrgico y empieza el domingo
Término: Adviento viene de adventus, venida, llegada, próximo al 30 de noviembre y termina el 24 de diciembre. Forma una unidad con la Navidad y la Epifanía.
Color: La Liturgia en este tiempo es el morado.
Sentido: El sentido del Adviento es avivar en los creyentes la espera del Señor.
Duración: 4 semanas
Partes: Se puede hablar de dos partes del Adviento:
a) desde el primer domingo al día 16 de diciembre, con marcado carácter escatológico, mirando a la venida del Señor al final de los tiempos;
b) desde el 17 de diciembre al 24 de diciembre, es la llamada "Semana Santa" de la Navidad, y se orienta a preparar más explícitamente la venida de Jesucristo en las historia, la Navidad.
Personajes: Las lecturas bíblicas de este tiempo de Adviento están tomadas sobre todo del profeta Isaías (primera lectura), también se recogen los pasajes más proféticos del Antiguo Testamento señalando la llegada del Mesías. Isaías, Juan Bautista y María de Nazaret son los modelos de creyentes que la Iglesias ofrece a los fieles para preparar la venida del Señor Jesús.
fuente: http://www.aciprensa.com/
miércoles, 6 de febrero de 2008
MIERCOLES DE CENIZA 6 de Febrero
Las cenizas nos recuerdan:
El origen del hombre: "Dios formó al hombre con polvo de la tierra" (Gen 2,7). El fin del hombre: "hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella fuiste hecho" (Gn 3,19).
Dice Abrahán: "Aunque soy polvo y ceniza, me atrevo a hablar a mi Señor" (Gn 18,27)."todos expiran y al polvo retornan" (Sal 104,29)
La raíz de la palabra "humildad" es "humus" (tierra). La ceniza es un signo de humildad, nos recuerda lo que somos.
Las cenizas, como polvo, son un signo muy elocuente de la fragilidad, del pecado y de la mortalidad del hombre, y al recibirlas se reconoce su limitación; riqueza, ciencia, gloria, poder, títulos, dignidades, de nada nos sirven.
Inspirados por las Sagradas Escrituras, algunas comunidades religiosas tienen la costumbre de poner a sus hermanos moribundos en la tierra o sobre cenizas. En Job (Jb 42,6) la ceniza simboliza dolor y penitencia.
La costumbre de imponer la ceniza se practica en la Iglesia desde sus orígenes. En la tradición judía, el símbolo de rociarse la cabeza con cenizas manifestaba el arrepentimiento y la voluntad de convertirse: la ceniza es signo de la fragilidad del hombre y de la brevedad de la vida.
Al inicio del cristianismo se imponía la ceniza especialmente a los penitentes, pecadores públicos que se preparaban durante la cuaresma para recibir la reconciliación. Vestían hábito penitencial y ellos mismos se imponían cenizas antes de presentarse a la comunidad. En los tiempos medievales se comienza a imponer la ceniza a todos los fieles cristianos con motivo del Miércoles de Ceniza, significando así que todos somos pecadores y necesitamos conversión. La cuaresma es para todos.
Las cenizas se obtienen al quemar las palmas (en general de olivo) que se bendijeron el anterior Domingo de Ramos. Se debe aclarar que no tendría sentido recibir las cenizas si el corazón no se dispone a la humildad y la conversión que representan.
Como se imparten las cenizas
La bendición e imposición de la ceniza tiene lugar en la misa, después de la homilía. En circunstancias especiales, por ejemplo, cuando no hay sacerdote, se puede hacer sin misa, pero siempre dentro de una celebración de la Palabra.
Las cenizas son impuestas en la frente del fiel, haciendo la señal de la cruz con ellas mientras el ministro dice las palabras Bíblicas: «Acuérdate que eres polvo y en polvo te convertirás», o «Conviértete y cree en el Evangelio».
Las cenizas son un sacramental. Estos no confieren la gracia del Espíritu Santo a la manera de los sacramentos, pero por la oración de la Iglesia los sacramentales «preparan a recibirla y disponen a cooperar con ella» Catecismo (1670 ss.).