El evangelio de este día podríamos resumirlo en la consigna "vivan despiertos", porque la realidad cotidiana es bien distinta a ella. Pasamos nuestros días atolondrados por la marea de imágenes, informaciones y noticias vanas que segundo a segundo vomitan nuestros televisores, radios, computadores y aparatos de sonido. Tan enorme es la marea de ideologías y valores viciados por el consumo y la alienación, que a duras penas nos reconocemos a nosotros mismos cuando nos miramos al espejo. Los afanes y preocupaciones inútiles consumen nuestros días sin que tengamos espacios para cultivar nuestro espíritu. Pero la voz del Señor nos llama a hacer un alto en el camino. Nos incita a romper con la rutina y a desviarnos hacia el sendero del reino. Ya no más consumo. Ya no más culto al placer. Ya no más alienación. Debemos darle un "¡sí!" rotundo a una vida plena de significado y a una existencia digna. Y para lograr eso necesitamos 'despertar', abandonar ese proceso de enajenación constante en el que nos sumergen a diario los medios masivos de comunicación. Necesitamos recuperar lo realmente valioso de la vida, que es nuestra vida misma, la de nuestra comunidad y nuestro pueblo. Estamos de fiesta con Jesús y, aunque no nos hayamos dado cuenta, tratándose de esa fiesta no se puede dormir impunemente, porque se corre el riesgo de quedar afuera.
martes, 20 de octubre de 2009
Sobre las lecturas de Hoy Martes 20
martes, 13 de octubre de 2009
Sobre las Lecturas de Hoy Martes 13
En muchos grupos religiosos de la época de Jesús se practicaba de manera más o menos abierta la llamada 'teología de la retribución'. Esta propugnaba una relación con Dios basada en la "meritocracia", es decir, en los supuestos méritos y el interés personal: "yo hago esto y aquello por Dios, para que él me bendiga". Pero Jesús desafiaba abiertamente esa mentalidad por tres grandes factores negativos. El primero es que dicha distorsión limita por completo la experiencia que podamos tener de Dios. Ya no podemos experimentarlo en su gratuidad y libre manifestación, sino que lo vinculamos a beneficios y prebendas que esperamos obtener como recompensa por nuestras acciones. El segundo factor negativo radica en que esa conducta vicia la relación con Dios y la convierte en una pretensión de intercambio de ritos por beneficios. Pero el tercer y más preocupante resultado de ese estilo de "trueque" es que lleva al desprecio de quienes sufren y se encuentran en la miseria, porque su situación se atribuye a la falta de méritos, cuando en la mayoría de los casos obedece a causas ajenas a la voluntad individual de las personas. La propuesta de Jesús invita a romper con esa absurda manera de pensar, y a hacer de la solidaridad, la misericordia y la ternura el único vínculo religioso con él y con el prójimo. Por esta razón, la enseñanza de hoy termina con una invitación para dar en ofrenda a los pobres todo lo que lleva a envanecer el corazón humano.
viernes, 9 de octubre de 2009
Sobre las lecturas de Hoy viernes 10
Una de las mayores dificultades que afrontó Jesús en su ministerio fue el descrédito de sus obras. Sus adversarios no perdían oportunidad para calumniarlo o atribuir lo que él hacía a alguna intriga del Maligno. Tras esta actitud se ocultaba un gran pecado: no reconocer la acción de Dios. El afán de tener prestigio y ser reconocidos los hacía olvidar que la finalidad última de cualquier discurso religioso es reconocer a Dios allí donde él se quiere manifestar, y no, como hacían los fariseos, publicitar al propio partido o movimiento. La frase con la que concluye el primer episodio (v.20) nos ayuda a comprender la dinámica del bien, la bondad y el amor. Las obras buenas, la misericordia, la caridad eficaz se deben reconocer más allá de cualquier frontera. Nuestro deber como cristianos es colocarnos de parte de las personas que transforman positivamente este mundo de miseria y de dolor, aunque ellas no compartan nuestras convicciones religiosas.
jueves, 8 de octubre de 2009
Sobre las Lecturas de hoy Jueves 8
La vida cristiana es un continuo camino de búsqueda. No es una simple recordación del pasado ni un afán que se agote en el presente. El cristianismo no se define por la cantidad de ritos o malabares que se hagan a diario en la liturgia o en la oración; es el seguimiento de Jesucristo en comunión de vida y misión con todo el Pueblo de Dios. Por tal razón, seguir a Cristo es una búsqueda continua de fidelidad a la persona de Jesús de Nazaret. Pero, como cualquier búsqueda, debe afrontar limitaciones. Y la primera de ellas es nuestra falta de constancia en la oración. Nos contentamos con un par de rezos mascullados al comenzar o terminar el día. Otra dificultad no menos gravosa es la falta de conciencia sobre la necesidad de formarnos y capacitarnos en lo personal y para la misión evangelizadora. De seguro en algún momento de la vida recibimos cierta educación religiosa, estudiamos algo de Biblia o asistimos a un curso de teología o pastoral. Pero no basta con eso. El seguimiento de Jesús es un camino de permanente formación para responder a los desafíos del presente. Debemos perseverar en la búsqueda para no perder de vista al Maestro que marcha al frente de nosotros. La oración constante es lo que caracteriza a la comunidad cristiana, y el pedir con la fe suficiente hace el milagro, porque "al que pide, se le dará; el que busca, encontrará, y al que llama se le abrirá".
miércoles, 7 de octubre de 2009
Sobre las lecturas de Hoy miércoles 07
A diario rezamos el 'Padrenuestro'. Si estamos afligidos, para hallar consuelo; si estamos felices, para agradecer al Señor. Esta sencilla oración nos acompaña desde la infancia y nos descubre el camino de la vida como discípulos del Señor. Esta oración, en su particular sencillez, condensa toda la espiritualidad cristiana y nos convoca a vivir una experiencia de Dios que transforme nuestra persona y nuestros vínculos con el prójimo y con la naturaleza. La oración comienza con un reconocimiento explícito y afectuoso de Dios como Padre. En los albores del Antiguo Testamento, el Génesis nos lo hace descubrir como creador, dador de bendición y de promesa. El Éxodo nos descubre a ese Dios que sale en rescate de su pueblo y lo libera de la esclavitud para llevarlo a una vida nueva. El mismo Dios que orienta a su pueblo para que viva en armonía y respeto cumpliendo sus mandamientos. El Levítico nos muestra el camino de santidad que abre el vivir la voluntad de Dios. El libro de los Números nos permite ver al Dios que marcha entre su pueblo animando la vida en medio de la conflictividad cotidiana. El Deuteronomio nos revela esa ley que Dios ha manifestado en el Sinaí y ha escrito en nuestros corazones. Más tarde, Jesús nos revelará el rostro de un Dios que es misericordia y que se manifiesta como un padre solícito y amoroso.
martes, 6 de octubre de 2009
Sobre las Lecturas de Hoy Martes 06
Solemos pensar que quienes se dedican a la vida contemplativa, es decir, se consagran a Dios para vivir en un convento o monasterio de clausura, han asumido el papel de María de Betania, mientras los demás, que nos dedicamos a la lucha por la supervivencia, a la actividad pastoral y a vivir los avatares de la cotidianidad, hemos optado por la parte de Marta. Sin embargo, esta división tajante de roles no le hace justicia al mensaje del Evangelio. Lucas nos invita a 'escoger la mejor parte', es decir, la de convertirnos en oyentes y servidores de Jesús; que reconociendo cuándo se manifiesta él en nuestra vida, nos dispongamos a escucharlo sin distracciones. Por cierto, como cristianos no podemos renunciar a la dimensión contemplativa de la relación con Dios, porque es el fundamento de nuestra identidad discipular. Si no nos hacemos oyentes de las enseñanzas del Maestro, ¿qué vamos a anunciar? Si no somos servidores de su Palabra, ¿qué vamos a creer? Hemos de perder los pudores y vergüenzas del cristianismo convencional, y ponernos en contacto con los pies del Maestro para descubrir en ellos el camino que nos conduce hacia el reino. Debemos acercarnos a esa humanidad sencilla del Maestro de Nazaret, para descubrir en sus enseñanzas el misterio de su divinidad escondido por los siglos. Pero la mayor parte de nosotros -y de modo primordial los laicos- está llamada a testimoniar a Cristo viviendo sumergida en el mundo, para procurar su transformación de acuerdo al Evangelio como cabal "levadura en la masa". Compatibilizar ambos roles implica una sabiduría que hemos de pedir a Dios con humildad y constancia.
lunes, 5 de octubre de 2009
Sobre las Lecturas de hoy Lunes 05
El evangelio que se nos propone para este día tiene dos partes: en la primera se plantea el mandamiento de 'amar a Dios y al prójimo' como el fundamento de cualquier experiencia religiosa en el ámbito del pueblo de Dios; en la segunda se nos muestra cuál es la regla fundamental de conducta de los creyentes, por medio de una parábola tomada de la vida cotidiana. Las dos partes consolidan una enseñanza que si bien parte del campo religioso, lo trasciende y apunta a los elementos fundamentales de una propuesta humana de ética solidaria. La interpretación que Jesús da a los cinco primeros libros del Antiguo Testamento (la Toráh judía) trasciende la forma habitual de comprenderlos en el ámbito de la religión judaica. En lugar de acumular una serie de preceptos, costumbres, tradiciones y explicaciones, Jesús va directo al fundamento de la relación del ser humano con Dios y con el prójimo: el amor generoso y desinteresado. Si nuestra relación con Dios, con el prójimo y con la naturaleza no se basa en la apertura personal a la creatividad de una relación fundada en el amor auténtico, perdemos todo contacto creativo con la realidad, con la posibilidad de edificarnos unos a otros y de edificar una vida social con sentido humano y trascendencia divina.
sábado, 3 de octubre de 2009
Sobre las Lecturas de Hoy SABADO 3
Los Setenta y Dos regresan con una noticia victoriosa: en el nombre de Jesús han combatido y derrotado el mal que se apodera de la existencia humana. La lucha contra el 'demonio' no es sólo un ritual de exorcismo. Es un fiero combate contra todas las prácticas, ideologías y falsos valores que esclavizan a los seres humanos y los convierten en amenazas para los demás. Desde el potentado que utiliza su enorme poder para aplastar y explotar al pobre, hasta el homicida furioso que destruye la vida por el placer de la muerte, todos pueden ser cuestionados por el evangelio de Jesús. La comunidad discipular se congratula por el enorme poder que adquiere con las palabras de Jesús para luchar contra el mal. Sin embargo, esa alegría no puede quedarse en un puro triunfalismo. Es necesario descubrir cómo se reescribe la historia y cómo se reconduce a la humanidad por nuevos senderos. La lucha contra el mal no termina con la extinción de las acciones perversas o con el control de los malhechores. Esta lucha debe conducir a la adopción de estilos de vida que trasciendan la inmediatez de los actos individuales o particulares, y nos conduzcan hacia cambios sociales conformes con el plan de Dios para la humanidad.
viernes, 2 de octubre de 2009
Sobre las Lecturas de Hoy viernes 02
Los discípulos discutían sobre quién de ellos sería el mayor. ¿Nunca se acabaría la lucha contra la ambición? ¿Finalmente llegarían a entender de qué se trataba este asunto del Reino? Entonces Jesús se sentó, como un maestro, llamó a los doce y tomando "a un niño, lo puso a su lado y les dijo: «El que recibe a este niño en mi nombre, me recibe a mí, y el que me recibe a mí, recibe al que me envió. El más pequeño entre todos ustedes, ése es realmente grande». La actitud de Jesús es un gesto verdaderamente pedagógico: Jesús pone a un niño ante los discípulos y lo declara prototipo de grandeza en el Reino de Dios. A partir de este gesto, Mateo elabora una cadena de sentencias impregnadas de matices característicos de su Iglesia. El niño no será un ejemplo de inocencia o pureza; el niño es un ser débil, sin poder, sin pretensiones, sin autoridad; no tiene nada que decir en la sociedad y debe limitarse a obedecer las órdenes que le dan los mayores, sólo puede "recibir" con alegría lo que se le ofrece. El llamado de Jesús a sus discípulos es a que renuncien a las pretensiones sobre el Reino y acepten con valentía lo que se les ofrece. Los discípulos deben cambiar sustancialmente su concepto sobre la grandeza. El ser como niños no significa volver a ser el niño que se fue, sino renunciar al poder y optar por la humildad y el servicio a los demás, como única posibilidad de ser parte del Reino de Dios. La segunda parte de nuestro texto muestra la preocupación de los discípulos por el prestigio y la posición elitista que se expresa en su rechazo de aquel que, aunque no es del grupo de los doce, realiza acciones curativas en nombre de Jesús. La reacción de Jesús es inmediata: rechaza explícitamente esta actitud elitista y sectaria del grupo. El error que cometieron los discípulos fue pensar que el "desconocido" que invocaba el nombre de Jesús les hacía competencia. Jesús piensa de otra manera y nos invita a que nosotros pensemos como Él. Nos invita a que nos abramos a otras personas, grupos y movimientos y trabajemos por una causa común: el Reino de Dios. Nosotros, la comunidad de los seguidores de Jesús, hemos de estar dispuestos a tolerar y aceptar a TODOS los que trabajan por instaurar en el mundo un nuevo proyecto social.
Fuente: Lecturas Diarias
jueves, 1 de octubre de 2009
Sobre las Lecturas de Hoy jueves 01
Como siguiendo el ejemplo de los setenta y dos consejeros que el Espíritu suscitó en el desierto para consolidar la obra de Moisés (Nm 11,16-30), los nuevos Setenta y Dos nombrados por Jesús se aprestan para encarar la ardua tarea de anunciar la Buena Noticia a los pobres (Lc 4,16ss). La misión es difícil y Jesús no les oculta ni minimiza los grandes peligros( v. 3). La primera gran dificultad es la enormidad del desafío. Las tareas son colosales, pero los que se comprometen a realizarlas son muy pocos (v.2). La comunidad de seguidores, por grande que sea, es insignificante con respecto al campo de trabajo. Sólo la originalidad, el empeño y la firmeza de convicciones les pueden sostener. La segunda dificultad se refiere a las dificultades culturales o ambientales. Jesús sabe que su propuesta va en contra de la corriente. Los valores del reino desafían los seudo-valores imperantes en la sociedad y pueden generar agudos conflictos. El reto de la comunidad cristiana es enorme, y para abordarlo se necesita la astucia de las serpientes y la sencillez de la paloma.
miércoles, 30 de septiembre de 2009
Sobre las Lecturas de Hoy miércoles 30
En el día de san Jerónimo están de fiesta todos los esfuerzos por conocer y difundir la Sagrada Escritura. La Iglesia Católica ha reconocido siempre a san Jerónimo como un hombre elegido por Dios para explicar y hacer entender mejor la Santa Biblia. Por eso ha sido nombrado patrono de todos los que en el mundo se dedican a hacer entender y amar más las Sagradas Escrituras. Yendo al evangelio, Jesús, ante la cercanía de su pasión, tiene urgencia por definir el perfil de sus discípulos. La primera condición es aprender a soportar los momentos de inestabilidad e inseguridad, y a renunciar a todas las ataduras que impiden la libertad de la misión. La segunda condición, que surge del dicho "deja que los muertos entierren a sus muertos", exige al discípulo tomar conciencia de que la tarea de anunciar el reino de Dios está por encima de todos los deberes humanos. Aquí los "muertos" simbolizan a quienes son insensibles a la llamada de Jesús. La tercera condición es la disponibilidad inmediata. En los arados de Palestina, donde con una mano se conducía el arado mismo y con la otra los bueyes, una mirada atrás podría ocasionar el desvío del surco y el retraso de la siembra. Las palabras de Jesús no intentan crear una rivalidad entre la familia y el misionero; hay que entenderlas como orientaciones para que el discípulo aparte de su vida todo aquello que pueda ser un obstáculo para el ejercicio de su misión evangélica.
martes, 29 de septiembre de 2009
Sobre las Lecturas de Hoy martes 29
Arcángel significa "principal entre los ángeles". Miguel significa "¿Quién como Dios?"; Gabriel, "Dios es mi Protector", y Rafael, "Medicina de Dios". En la fiesta de los "superángeles" roguemos a Dios por todas las personas que, como ángeles terrenos, nos protegen de caer en la tentación y nos ayudan a no perder nunca la comunicación con Dios. En el evangelio de hoy, la sinceridad y la coherencia le permitieron a Natanael reconocer en Jesús al Hijo de Dios. Debió de ser además un hombre piadoso, según se deduce de su presencia bajo la sombra de la higuera, que era un lugar común en Israel para la lectura y la enseñanza de la Ley. Jesús confronta a Natanael con una pregunta que tiene plena vigencia para los cristianos de hoy: ¿creemos en Jesús sólo por los signos extraordinarios? ¿Estamos ciegos frente a los grandes signos o milagros que día a día nos regala Dios a través de la creación, la vida de nuestros seres queridos, la armonía familiar, la alegría que florece a pesar de la sequedad de los huertos, la esperanza que no se pierde a pesar de la multiplicación de problemas y conflictos? Poder creer, con sinceridad y coherencia de vida, es el milagro más grande que Dios nos hace cada día, como abriendo el cielo para nosotros.
lunes, 28 de septiembre de 2009
Sobre las Lecturas de hoy lunes 28
Mientras Jesús intenta vencer el poder del mal desde la debilidad-fortaleza de la cruz, los discípulos sueñan con ser los primeros en la escala jerárquica, reproduciendo así los síntomas de la enfermedad que Jesús vino a combatir. Definitivamente, los discípulos han entendido muy poco del mensaje de Jesús. También hoy son muchos los que se burlan de la humildad, la vocación de servicio, la ternura, la misericordia, el sacrificio, la solidaridad, la comunidad, el testimonio como estrategia para vencer los proyectos de injusticia y exclusión que azotan el mundo. Jesús descalifica también la actitud egoísta de los discípulos que cuestionan el proceder de otras personas que andan haciendo el bien en su nombre. Es como si pretendieran patentar el reino de Dios como un producto exclusivo de los amigos de Jesús. Tampoco han entendido que son bienvenidos todos los que ayuden en la construcción del reino, sin importar su raza, su cultura o su religión. La solidaridad, el amor y el compromiso social son un lenguaje comprensible en todos los idiomas y en todas las culturas. La discriminación o intolerancia por motivos religiosos, culturales o raciales es una actitud incompatible con el Evangelio y, por tanto, con el ser cristiano.
jueves, 24 de septiembre de 2009
Sobre las Lecturas de Hoy Jueves 24
El desconcierto de Herodes Antipas ante la misteriosa figura de Jesús de Nazaret nos prepara para la pregunta crucial que éste hará a sus discípulos en el relato de la confesión de Pedro: "¿quién dice la gente que soy yo?" (Lc 9,18). Ciertamente, la identidad de Jesús no estaba clara para nadie. Unos pensaban que se trataba de Juan el Bautista resucitado, noticia que debía causar terror en Herodes, sabiendo que él mismo lo había mandado decapitar por cuestionar su concubinato con Herodías, la mujer de su hermano. Para otros, Jesús representa lo mejor de la tradición profética, especialmente la figura de Elías. Herodes no parece arrepentido de lo que hizo; más bien está preocupado de que tal misterioso personaje, al igual que los profetas y que Juan, le cante la verdad, o lo que es lo mismo, se convierta en la conciencia crítica de su gobierno y del sistema político, económico y religioso imperante en Israel y en Roma. Para Herodes, y en general para los que tienen hoy el poder de dominio en el mundo, la verdad es un enemigo temible; en cambio, para los cristianos la verdad es una opción de vida y de libertad.
miércoles, 23 de septiembre de 2009
Sobre las Lecturas de Hoy miércoles 23
El poder y autoridad que otorga Jesús tiene dos objetivos: anunciar el reino de Dios y liberar a la gente del mal y las enfermedades. El reino se concreta en acciones de misericordia y liberación. El anuncio de la Palabra no puede estar desligado de la realidad del ser humano. Esto significa que la evangelización no es una tarea sólo de corte "espiritualista"; ella debe implicar la integridad del ser humano, incluyendo especialmente aquellos cuerpos dolidos por la marginación. La evangelización es también una actividad marcada por la libertad de las ataduras económicas. Jesús propone a sus discípulos no llevar elementos materiales, sino sólo la Palabra en su boca, la misericordia en el corazón y la calidez en sus manos, para estar siempre dispuestos a abrazar la hospitalidad que ofrece la gente. La misión es siempre una actividad de diálogo y de doble vía, donde el misionero da lo mejor de sí y está dispuesto a escuchar, recibir e integrar a su proyecto misionero la realidad de cada comunidad. Recordemos que para la misión existe un proyecto común, que es el de Jesús, pero con formatos diversos que se adaptan a cada comunidad de acuerdo a su cultura y sus necesidades.
martes, 22 de septiembre de 2009
Sobre las Lecturas de Hoy...martes 22
Para María no fue fácil entender que además de Madre debía dar el paso para convertirse en discípula de su Hijo. Sin embargo, ya en las bodas de Caná Juan nos comparte esta doble dimensión cuando la Madre de Jesús les dice a los sirvientes: "hagan lo que él les diga" (Jn 2,5). La familia es esencial en la vida del discípulo, pero llega el momento en que hay que tomar prudente distancia de ella, máxime cuando se torna manipuladora. Para Jesús, más importantes que las relaciones de la carne o de la sangre son las relaciones que se establecen en torno a su vida y su proyecto de reino. Aprovecha, pues, la presencia de su familia para responder a una pregunta que nos hacemos los cristianos de todos los tiempos: ¿en qué consiste hacer la voluntad de Dios? La respuesta de Jesús es clara y contundente: hacer la voluntad de Dios significa escuchar su Palabra y ponerla en práctica. Los que hacen esto son su verdadera familia. Por cierto, María ya había hecho su parte cuando, sin dudarlo, respondió al ángel: "yo soy la sirvienta del Señor; que se cumpla en mí tu Palabra" (Lc 1,38).
lunes, 21 de septiembre de 2009
Sobre las Lecturas de hoy...21 de Sept.
Cuando Leví se hizo apóstol, Jesús le cambió el nombre por Mateo, lo mismo que había hecho con Simón, a quien llamó Pedro. Mateo era un publicano o recaudador de impuestos, al servicio de Herodes Antipas y del imperio romano. Los maestros de la Ley incluían a los publicanos en la misma categoría que a los asesinos, los ladrones y los impuros. Esto los excluía de la vida social y religiosa en Israel. Una cena compartida con publicanos y pecadores es motivo de controversia entre los fariseos y los discípulos de Jesús. Los judíos tenían muy organizado el detalle de los alimentos que se podían comer, los lugares y las personas con quienes se podía compartir. Esto permitía definir quiénes pertenecían al grupo y quiénes no. Los publicanos estaban excluidos. Jesús rompe con esta lógica excluyente, porque su lógica es la misericordia y la inclusión de los excluidos. Y refuerza su opción evocando al profeta Oseas: "Porque yo quiero amor, no sacrificio, conocimiento de Dios más que holocaustos" (Os 6,6). El discipulado de Mateo es fruto de la misericordia de Jesús; por esto, a los discípulos de todos los tiempos los definen la misericordia y la cercanía con los excluidos.
jueves, 17 de septiembre de 2009
Sobre las Lecturas de Hoy... 17
El fariseo Simón admira a Jesús, pero sus esquemas rígidos de la Ley le impiden entender una de las dimensiones fundamentales de su propuesta: la misericordia. Y así no sólo descalifica a su invitado, sino también a la mujer. La juzga excluyéndola de toda posibilidad de cambiar y reorientar su vida. Es a todas luces contradictorio pretender estar con Jesús cuando al mismo tiempo se excluye al ser humano por razones morales, económicas, políticas o religiosas. La unción que efectúa la mujer sobre Jesús nos revela la triple dimensión de toda acción misericordiosa: perdón, conversión y agradecimiento por el perdón recibido. La parábola del acreedor y los dos deudores ratifica la íntima relación que debe existir entre el perdón de los pecados y la acción de gracias. Al que más se le perdona es porque tiene más pecados, pero también porque tiene un corazón abierto a la conversión y al agradecimiento.
miércoles, 16 de septiembre de 2009
Sobre las Lecturas de Hoy... 16-09
El evangelio refleja la realidad humana, que se mueve entre la insensatez y la Sabiduría. Al igual como ocurre en la parábola de los niños que tocan y cantan en la plaza, la insensatez de esa generación rechazó a Juan, quien, a pesar de comportarse como un asceta, fue tildado de endemoniado. Y también rechazó a Jesús, porque vivía como uno más del pueblo y rompía los esquemas religiosos, políticos y sociales de su época: compartía con los pobres, curaba a los enfermos, comía con pecadores y publicanos, conversaba con mujeres y las aceptaba como discípulas, privilegiaba la vida por encima de la Ley o del sábado, cuestionaba la teología y la liturgia impuestas por fariseos y maestros de la Ley, etc.. Por esto lo tildaron de comilón y borracho. Pero siempre hay un "resto" del pueblo que permanece en la Sabiduría de Dios y entiende con claridad la misión precursora de Juan y la misión liberadora-salvífica de Jesús. La Sabiduría se manifiesta en la capacidad de leer los signos de Dios en cada tiempo y lugar. Pidamos el don de la Sabiduría, para poder escuchar la Palabra de Dios, leer los signos de los tiempos y aplicarlos en nuestro diario vivir.
martes, 15 de septiembre de 2009
Sobre las Lecturas de Hoy...
Después del largo y penoso viacrucis, el evangelista destaca la presencia de las mujeres junto a la cruz. ¿Dónde estaban los apóstoles o todos los hombres que lo seguían? ¿El miedo, la decepción, las dudas, los tenían lejos de la cruz? El evangelio de hoy es un reconocimiento a la mujer, compañera fiel y valiente en todos los caminos, sean de viacrucis o de resurrección. Sólo estaba presente el discípulo amado, quien junto a María, otro par de mujeres y Jesús, protagoniza este breve pero trascendental relato. La Madre de Jesús es mencionada seis veces, lo que demuestra su importancia y su rol protagónico. Jesús se refiere a ella con los títulos de mujer y de madre. Como Madre simboliza su maternidad espiritual en la Iglesia, y como mujer se convierte en discípula; y así simboliza a la Iglesia en su actitud discipular. El discípulo amado, como su nombre lo indica, representa a todos los creyentes que asumen el proyecto de Jesús desde el amor y el discipulado, y por tanto, a quienes aceptan en su casa y en su vida la misión de una Iglesia que anuncia el reino de Dios con su doble sentido mariano: maternal (tierno, fiel y valiente) y discipular.