La Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) es una celebración internacional para jóvenes, que son convocados periódicamente, por Su Santidad el Papa en distintas ciudades del mundo.
La invitación va dirigida a jóvenes hasta los 30 años, en un primer lugar a católicos, pero también a todos los que quieran responder a este llamado.
El propósito fundamental de ellas, ha sido orientar y fortalecer la experiencia de Jesús en la vida, y crear lazos de integración entre las juventudes del mundo.La JMJ es una fiesta de la fe, de la alegría y de la unión. En donde los jóvenes profundizan su fe en Dios o la aprenden por primera vez. Perciben la Iglesia como una comunidad transnacional, descubren la novedad que supone la bendición de su propio bautismo y establecen un vínculo personal con la celebración de la ceremonia de la eucaristía y de la reconciliación.El entusiasmo y el carácter juvenil se plasman a través del baile, la música y las diversas manifestaciones artísticas en las calles y en los escenarios, ya sean espontáneas u organizadas: es una fiesta de la coexistencia pacífica de muchas naciones que traspasa las barreras del idioma y de la cultura y por ello una expresión de la creencia en que Dios traerá a la humanidad una nueva época de la justicia y de la paz.La JMJ suele ser para la mayoría de los participantes algo importante en sus vidas, marca un antes y un después en su forma de vivir la fe, en la manera de seguir a Cristo y también en la esperanza y la fe depositada por la Iglesia en la juventud del tercer milenio.
La invitación va dirigida a jóvenes hasta los 30 años, en un primer lugar a católicos, pero también a todos los que quieran responder a este llamado.
El propósito fundamental de ellas, ha sido orientar y fortalecer la experiencia de Jesús en la vida, y crear lazos de integración entre las juventudes del mundo.La JMJ es una fiesta de la fe, de la alegría y de la unión. En donde los jóvenes profundizan su fe en Dios o la aprenden por primera vez. Perciben la Iglesia como una comunidad transnacional, descubren la novedad que supone la bendición de su propio bautismo y establecen un vínculo personal con la celebración de la ceremonia de la eucaristía y de la reconciliación.El entusiasmo y el carácter juvenil se plasman a través del baile, la música y las diversas manifestaciones artísticas en las calles y en los escenarios, ya sean espontáneas u organizadas: es una fiesta de la coexistencia pacífica de muchas naciones que traspasa las barreras del idioma y de la cultura y por ello una expresión de la creencia en que Dios traerá a la humanidad una nueva época de la justicia y de la paz.La JMJ suele ser para la mayoría de los participantes algo importante en sus vidas, marca un antes y un después en su forma de vivir la fe, en la manera de seguir a Cristo y también en la esperanza y la fe depositada por la Iglesia en la juventud del tercer milenio.
Fuente Departamento de Pastoral Juvenil http://pastoralchillan.blogspot.com/
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