viernes, 2 de diciembre de 2016

El Evangelio del Día


viernes 02 Diciembre 2016

Viernes de la primera semana de Adviento

San Habacuc (A.T.)

Leer el comentario del Evangelio por
Simeón el Nuevo Teólogo : "Entonces tocó sus ojos..." (Mt 9,27)

Isaías 29,17-24.

Así habla el Señor:
¿No falta poco, muy poco tiempo,
para que Líbano se vuelva un vergel
y el vergel parezca un bosque?
Aquel día, los sordos oirán las palabras del libro,
y verán los ojos de los ciegos,
libres de tinieblas y oscuridad.
Los humildes de alegrarán más y más en el Señor
y los más indigentes se regocijarán en el Santo de Israel.
Porque se acabarán los tiranos,
desaparecerá el insolente,
y serán extirpados los que acechan para hacer el mal,
los que con una palabra hacen condenar a un hombre,
los que tienden trampas al que actúa en un juicio,
y porque sí no más perjudican al justo.

Por eso, así habla el Señor,
el Dios de la casa de Jacob,
el que rescató a Abraham:
En adelante, Jacob no se avergonzará
ni se pondrá pálido su rostro.
Porque, al ver lo que hago en medio de Ël,
proclamarán que mi Nombre es santo,
proclamarán santo al Santo de Jacob
y temerán al Dios de Israel.
Los espíritus extraviados llegarán a entender
y los recalcitrantes aceptarán la enseñanza.


Salmo 27(26),1.4.13-14.

El Señor es mi luz y mi salvación,
¿a quién temeré?
El Señor es el baluarte de mi vida,
¿ante quién temblaré?

Una sola cosa he pedido al Señor,
y esto es lo que quiero:
vivir en la Casa del Señor
todos los días de mi vida,
para gozar de la dulzura del Señor
y contemplar su Templo.

Yo creo que contemplaré la bondad del Señor
en la tierra de los vivientes.
Espera en el Señor y sé fuerte;
ten valor y espera en el Señor.





Mateo 9,27-31.

Cuando Jesús se fue, lo siguieron dos ciegos, gritando: "Ten piedad de nosotros, Hijo de David".
Al llegar a la casa, los ciegos se le acercaron y él les preguntó: "¿Creen que yo puedo hacer lo que me piden?". Ellos le respondieron: "Sí, Señor".
Jesús les tocó los ojos, diciendo: "Que suceda como ustedes han creído".
Y se les abrieron sus ojos. Entonces Jesús los conminó: "¡Cuidado! Que nadie lo sepa".
Pero ellos, apenas salieron, difundieron su fama por toda aquella región.



Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.



Leer el comentario del Evangelio por :

Simeón el Nuevo Teólogo (c. 949-1022), monje griego
Himno 27, 116-124.128-132.138-149

"Entonces tocó sus ojos..." (Mt 9,27)

¡Busquemos al único que nos puede devolver la libertad, sigámosle sin parar, con todo nuestro deseo, él cuya belleza toca los corazones, él que los atrae hacia su amor y los une a él para siempre! Sí, por medio de nuestras acciones corramos  todos hacia él. No nos dejemos vencer por nadie ni engañarnos por nadie, ni distraernos por nadie en nuestra búsqueda.

Sobretodo, no digamos que Dios no manifiesta su presencia a los hombres. No digamos que a los hombres es imposible ver la luz de Dios....ni siquiera que es imposible verlo hoy. Gracias a Dios, nunca ha sido imposible, a condición de desearlo de veras. ¡Démonos cuenta cuál es la belleza de nuestro Maestro! No cerremos los ojos de nuestro corazón fijándolos en las realidades mundanas. Sí, que las preocupaciones por las cosas de este mundo no nos hagan esclavos de la gloria humana, hasta tal punto de abandonar a aquel que es la luz de la vida eterna.

¡Caminemos, juntos hacia él, con un solo corazón, un solo espíritu, una sola alma! Humildemente clamemos a él, nuestro Maestro bueno, nuestro Señor misericordioso, él que es el "único amigo de los hombres" (Sab 1,6) ¡Busquémosle porque se nos revelará, aparecerá, se manifestará, él que es nuestra esperanza!







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