viernes, 20 de noviembre de 2015

El Evangelio del Día


viernes 20 Noviembre 2015

Viernes de la trigésima tercera semana del tiempo ordinario

Beata María Fortunata Viti, San Rafael de San José

Leer el comentario del Evangelio por
Misal Romano: «Mi casa será casa de oración

1 Macabeos 4,36-37.52-59.

Judas y sus hermanos dijeron: "Nuestros enemigos han sido aplastados; subamos a purificar el Santuario y a celebrar su dedicación".
Entonces se reunió todo el ejército y subieron al monte Sión.
El día veinticinco del noveno mes, llamado Quisleu, del año ciento cuarenta y ocho, se levantaron al despuntar el alba
y ofrecieron un sacrificio conforme a la Ley, sobre el nuevo altar de los holocaustos que habían erigido.
Este fue dedicado con cantos, cítaras, arpas y címbalos, justamente en el mismo mes y en el mismo día en que los paganos lo habían profanado.
Todo el pueblo cayó con el rostro en tierra y adoraron y bendijeron al Cielo que les había dado la victoria.
Durante ocho días celebraron la dedicación del altar, ofreciendo con alegría holocaustos y sacrificios de comunión y de acción de gracias.
Adornaron la fachada del Templo con coronas de oro y pequeños escudos, restauraron las entradas y las salas, y les pusieron puertas.
En todo el pueblo reinó una inmensa alegría, y así quedó borrado el ultraje infligido por los paganos.
Judas, de acuerdo con sus hermanos y con toda la asamblea de Israel, determinó que cada año, a su debido tiempo y durante ocho días a contar del veinticinco del mes de Quisleu, se celebrara con júbilo y regocijo el aniversario de la dedicación del altar.


1 Crónicas 29,10.11abc.11d-12a.12bcd.

Después David bendijo al Señor en presencia de toda la asamblea, diciendo:
"¡Bendito seas, Señor, Dios de nuestro padre Israel, desde siempre y para siempre!
Tuya, Señor, es la grandeza, la fuerza, la gloria, el esplendor y la majestad;
porque a ti pertenece todo lo que hay en el cielo y en la tierra.

Tuyo, Señor, es el reino;
tú te elevas por encima de todo.
De ti proceden la riqueza y la gloria;
tú lo gobiernas todo,

en tu mano están el poder y la fuerza,
y es tu mano la que engrandece y afianza todas las cosas.



Lucas 19,45-48.

Jesús al entrar al Templo, se puso a echar a los vendedores,
diciéndoles: "Está escrito: Mi casa será una casa de oración, pero ustedes la han convertido en una cueva de ladrones".
Y diariamente enseñaba en el Templo. Los sumos sacerdotes, los escribas y los más importantes del pueblo, buscaban la forma de matarlo.
Pero no sabían cómo hacerlo, porque todo el pueblo lo escuchaba y estaba pendiente de sus palabras.



Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.



Leer el comentario del Evangelio por :

Misal Romano
Prefacio para la fiesta de la dedicación de una iglesia

«Mi casa será casa de oración

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación

darte gracias siempre y en todo lugar,

Señor, Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno,

Por Cristo, Señor nuestro.


Porque en esta casa visible que hemos construido,

donde reúnes y proteges sin cesar,

a esta familia que hacia ti peregrina,

manifiestas y realizas de manera admirable

el misterio de tu comunión con nosotros.

En este lugar, Señor,

tú vas edificando aquel templo que somos nosotros,

y así, la Iglesia, extendida por toda la tierra,

crece unida, como Cuerpo de Cristo,

hasta legar a ser nueva Jerusalén,

verdadera visión de paz.


Por eso, Señor,

te celebramos en el templo de tu gloria,

y con todos los ángeles

te bendecimos y te glorificamos, cantando: «¡Santo, Santo, Santo, Señor Dios del universo!»







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